medicina familiar

La Medicina de Familia y Comunitaria es la especialidad que se ocupa de proporcionar una atención médica continuada a la persona y su familia, en relación a todos los campos de la salud. Es una especialidad horizontal en amplitud de predominio clínico que comparte el conocimiento y destrezas de otras especialidades e integra las ciencias biomédicas, conductuales y sociales (biopsicosocial),​ capaz de resolver el 90–95% de los problemas de salud, proporcionando cuidados continuos e integrales del individuo, su familia y su comunidad que incorpora todas las edades, sexo, sistemas o enfermedades, con particular énfasis en la medicina humanística, la relación médico–paciente-familia, los aspectos educativos, preventivos clínicos y la medicina integrada y efectiva. ​

PATOLOGÍAS

El catálogo de enfermedades que tratan los médicos de familia es amplísimo. Su formación abarca todos los campos de la Medicina y pueden abordar la gran mayoría de síntomas patológicos y enfermedades más frecuentes:

Síntomas específicos. La mayoría de las consultas en Atención Primaria se producen por la existencia de síntomas concretos: fiebre, tos, dolores articulares, diarrea o estreñimiento, dolor abdominal, fatiga, palpitaciones, dolor de garganta, rinoconjuntivitis, etc.

Cuadros catarrales. Los catarros, resfriados y gripes forman parte de las consultas habituales de los médicos de familia con el fin de controlar los síntomas: fiebre, tos, congestión nasal, dolores osteoarticulares y musculares, malestar general, etc.

Factores de riesgo cardiovascular. Los análisis de sangre rutinarios y la toma de la tensión arterial en consulta permiten a los médicos de familia el diagnóstico temprano de patologías específicas que forman parte de los factores de riesgo cardiovascular y cuyo control y seguimiento permiten prevenir los accidentes cardio y cerebrovasculares.

Diabetes. Conocida como diabetes del adulto o diabetes mellitus tipo 2, es el aumento de la concentración de glucosa en sangre.

Hipercolesterolemia. Elevación del colesterol LDL (colesterol malo) y descenso del HDL (colesterol bueno), lo que produce un aumento del colesterol total por encima de los valores de normalidad.

Hipertensión arterial. Cuando la tensión arterial supera los 90/140 mmHg. Es muy frecuente a partir de los 55-60 años de edad.

Tabaquismo. Los médicos de familia pueden asesorar y ayudar a los fumadores a abandonar el hábito de fumar.

Obesidad. El médico de familia puede considerar el sobrepeso y especialmente la obesidad como un factor de riesgo, especialmente si lleva otros asociados (diabetes, hipertensión, etc.)

Insomnio. Los trastornos del sueño son otro de los motivos de consulta habituales en Medicina de Familia.

Depresión. Es una enfermedad o trastorno del comportamiento cuyos síntomas (tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés, etc.) son motivo frecuente de consulta en atención primaria.

Ansiedad. Los estados de ansiedad forman parte de los síntomas que acompañan a algunas enfermedades, aunque también puede suponer una patología en sí misma.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

En Medicina de Familia se utilizan las técnicas de diagnosis más básicas, basadas fundamentalmente en una buena anamnesis, el estudio de los síntomas y la identificación de signos patológicos. Para ello se vale de diferentes recursos:

Exploración física. Realizar maniobras concretas relacionadas con los síntomas relatados por el paciente para objetivar la funcionalidad de las partes del organismo afectadas. La auscultación, palpación, percusión, oler el aliento, comprobar la movilidad de las articulaciones o músculos afectados por dolor … forman parte de este tipo de exploración

Análisis de sangre y orina. Pueden ser diagnósticos o de control, pero son la prueba más frecuente de cuantas se realizan en atención primaria, adaptando su contenido a la edad, el sexo, y los síntomas que presenta cada paciente.

Medida de la tensión arterial. Es preceptiva en personas que presentan otros factores de riesgo cardiovascular (diabetes, obesidad, tabaquismo, etc.), mayores de 45-50 años o que relatan síntomas como palpitaciones, taquicardias, fatiga u otros signos que puedan relacionarse con la salud cardiovascular.

Radiografías. Los dolores osteoarticulares o musculares, los problemas respiratorios u otros síntomas pueden hacer necesaria este tipo de pruebas.

Ecografías. La ecografía tiene su indicación en diferentes situaciones: trastornos urinarios (hiperplasia benigna de próstata, pérdidas de orina, cólico renal, etc.), sospecha de daño hepático, posible embarazo, etc.

Electrocardiograma. Es una prueba frecuente que se realiza en con síntomas que pueden ser relacionados con trastornos cardíacos

Tallaje. Permite calcular el IMC de una persona y determinar si ésta tiene sobrepeso o es obesa.

Además de todas las pruebas diagnósticas habituales, el médico de familia puede solicitar pruebas adicionales más complejas (TAC, Resonancia Magnética, endoscopias, monitorización Holter, etc.) para la confirmación de diagnóstico, siempre en coordinación con los especialistas.


TRATAMIENTOS

Medicamentos. El tratamiento farmacológico es en muchos casos la opción terapéutica más adecuada. El médico de familia utiliza todo tipo de medicamentos, desde antiinflamatorios a antibióticos, antihipertensivos, hipolipemiantes, ansiolíticos, antidepresivos y un largo etcétera. Además, al realizar el seguimiento de determinado tipo de pacientes crónicos, da continuidad a las prescripciones realizadas por el especialista

Vacunación de adultos. La recomendación de la vacuna de la gripe o antineumocócica en pacientes de riesgo (personas mayores, pacientes con enfermedades respiratorias, etc.) es una de las prerrogativas del médico de familia.

Fisioterapia. Se recurre a ella lesiones musculares (contracturas, distensiones de ligamentos, tendinitis), las patologías osteoarticulares agudas o crónicas, problemas respiratorios, etc.

Dietas. Son numerosas las patologías que pueden ser objeto de recomendaciones dietéticas o el establecimiento de dietas específicas por parte del médico de atención primaria: diabetes, hipertensión arterial, colesterol elevado, anemia, sobrepeso, obesidad, trastornos gástricos, etc.

Curas de heridas, quemaduras y otras lesiones cutáneas. La suturación de heridas, la cura de heridas que cicatrizan mal (por ejemplo, las que se producen en pacientes diabéticos mal controlados), el cuidado de las ulceraciones en las piernas por problemas circulatorios, las curas diarias de quemaduras graves, son competencia de los médicos de familia.

Tratamiento del dolor crónico. El médico de atención primaria es un agente esencial en el tratamiento de pacientes con dolor crónico en coordinación con las unidades del dolor.

Cuidados paliativos domiciliarios. La Medicina de Familia asume los cuidados domiciliarios de los pacientes terminales con tratamientos paliativos que permitan controlar los síntomas y, por tanto, aliviar el sufrimiento del paciente.

Equipo de Profesionales

Os presentamos a nuestro equipo de profesionales y sus curriculums.

Especializada en medicina psicosomática integra los ámbitos cognitivos, conductuales y fisiológicos para rehabilitar la salud y prevenir las enfermedades derivadas del estilo de vida con seguimiento integral y personalizado.

Lucrecia Paus

Médica Psicoterapeuta