Niebla Mental

La “niebla mental”, conocida en inglés como brain fog, es un término cada vez más frecuente tanto en la clínica como en los medios de comunicación. A continuación explicamos en qué consiste, desde un enfoque científico, y qué patologías pueden presentarla.

Definición y características

Aunque no existe una definición formal unánime en los manuales de diagnóstico, la literatura científica la describe como una experiencia subjetiva de deterioro cognitivo que incluye síntomas como dificultad para concentrarse, lentitud del pensamiento, olvidos frecuentes y sensación de “mente embotada”. National Geographic+2Cambridge University Press & Assessment+2

En su análisis conceptual, se señala que la “niebla mental” aparece en múltiples contextos clínicos, no como una enfermedad en sí misma, sino como síntoma o conjunto de síntomas que atraviesan diversas patologías. researchoutput.ncku.edu.tw+1

Mecanismos subyacentes: ¿qué sabemos?

Algunos de los mecanismos que se están investigando incluyen:

  • Inflamación sistémica o neuroinflamación: la activación del sistema inmune puede alterar funciones cerebrales y redes cognitivas. Cleveland Clinic+1
  • Disrupción de la barrera hematoencefálica: un estudio reciente encontró que en personas con Long COVID y niebla mental había signos de “filtración” de sustancias al cerebro, lo que podría afectar la función neuronal. ScienceDaily
  • Alteraciones vasculares: microtrombos, célula megacariocitos o disfunción endotelial pueden afectar la perfusión cerebral. Por ejemplo, se ha observado en estudios post-COVID. Hopkins Medicine+1
  • Fatiga cognitiva, ansiedad y depresión: se ha observado que la relación entre lo que la persona siente (“subjective cognitive complaints”) y lo que se puede medir objetivamente es mediada con frecuencia por fatiga o síntomas afectivos. PubMed+1

Por todo ello, algunos autores recomiendan que se abandone el uso impreciso del término “brain fog” y se trabaje con definiciones más precisas de atención, memoria, velocidad de procesamiento, etc.


Elementos clave para valorar

  • Sintomatología subjetiva: los pacientes suelen quejarse de “no pensar claramente”, “se me va la cabeza”, “no me concentro como antes”.
  • Pruebas neuropsicológicas: algunos estudios logran demostrar déficits objetivos (especialmente atención, memoria episódica, velocidad de procesamiento) aunque la correlación entre lo que el paciente siente y lo que se mide es moderada. PubMed+1
  • Mediadores: fatiga, ansiedad, depresión, calidad del sueño suelen aparecer como mediadores importantes de la experiencia. PubMed+1
  • Causas subyacentes: conviene investigar factores médicos, neurológicos, del estilo de vida, hormonales, medicamentos…
  • Impacto funcional: aunque el término puede parecer leve, para muchos pacientes supone una disminución real en la capacidad de trabajo, estudio o vida cotidiana (por ejemplo en “long COVID” se han detectado diferencias en tareas cognitivas equiparables a varios puntos de IQ). The Guardian+1

Conclusión

La “niebla mental” o brain fog es un síntoma relevante que atraviesa múltiples condiciones clínicas: desde infecciones virales como el COVID-19, hasta enfermedades autoinmunes, neurológicas, hormonales o vinculadas al estilo de vida. Aunque no es un diagnóstico per se, tiene importantes implicaciones a nivel neuropsicológico.

Desde el equipo del Instituto Valenciano de Neurociencias (IVANN) recomendamos terapia de estimulación cognitiva y psicológica para combatir esta sintomatología y mejorar/mantener nuestras funciones cognitvias.

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