El bastón junto con otros muchos productos de apoyo es una ayuda que tenemos a nuestro alcance para suplir las carencias y solventar nuestras necesidades. En el mercado se encuentra mucha variedad de marcas, modelos, tamaños y características por lo que es muy importante saber cual es el que nos conviene a cada uno.

Los bastones podemos clasificarlos según los apoyos que presentan. Hablamos de los bastones propiamente dichos y los que todos conocemos y los bastones modificados. Los bastones modificados son aquellos que en lugar de tener un solo apoyo, tienen 3 o 4 “patas”.

La diferencia entre el uso de unos u otros viene marcada por la estabilidad del apoyo. Si presenta solo un apoyo la seguridad que percibe el paciente es muy inferior comparándola con el apoyo de un trípode o más aún con un cuadrípodo.

¿Qué interesa más? Pues como no puede ser de otro modo, depende del paciente y sus características. Si el paciente es una persona mayor que sufre una enfermedad neurodegenerativa empezará con un bastón para combatir la inestabilidad durante la marcha. Pero conforme la enfermedad vaya avanzando el paciente necesitará de una mayor estabilidad y ésta la encontrará en un trípode o cuadrípodo. Sin embargo, si el paciente ha sufrido un ictus en un primer momento necesitará mayor ayuda para desplazarse. En cambio, con el tiempo, la ayuda que necesitará será menor ya que irá adquiriendo una mayor habilidad y recuperando sus capacidades por lo que ya no precisará de un trípode y podrá conformarse con un bastón.

Existen muchos factores a tener en cuenta durante la elección del sistema de apoyo. Ya no solo las capacidades físicas, también hay que valorar el entorno del paciente y sus relaciones sociales así como también es muy importante considerar la parte psicológica y cognitiva. Y es que, pueden haber dos pacientes de la misma edad con el mismo diagnóstico pero nunca serán dos pacientes iguales y por tanto aún incluso estando en un mismo nivel de capacidad física pueden requerir productos de apoyo muy diferentes. Aunque pueda parecer sencillo pero si no se escoge bien el bastón o el producto de apoyo podemos encontrarnos con algunos problemas. Por ello, la elección de un bastón debe llevarse a cabo por los profesionales que atiendan al paciente. Concretamente con el/la fisioterapeuta y el/la neurólogo/a como los que trabajan en el  IVANN Instituto Valenciano Neurociencias. Aunque los profesionales sean quienes decidan sobre la mejor ayuda deber tomar siempre en consideración la opinión de la familia y el paciente.

Entre otros puntos o condiciones es conveniente tener en cuenta lo siguiente a la hora de la elección:

  • Previamente deben determinarse aquellos problemas o necesidades que queremos subsanar con el bastón.
  • Debe ser un producto que facilite la ejecución de las cosas y por tanto que su uso suponga un ahorro de energía.
  • Debe ser muy útil y la persona debe estar cómodo con el producto. De nada sirve tener un bastón en casa olvidado porque la persona en cuestión no quiere que se le vea por la calle con éste.
  • Es preciso que el bastón o producto de apoyo sea de fácil manejo y adaptable a las necesidades variables del paciente.
  • Debe ser ajustado al paciente tanto la altura como el tipo de agarre.

Una vez escogido hay que saber darle uso y convertir al producto de apoyo en algo útil que forme parte de la vida del paciente. Hacer uso de un bastón requiere de un proceso de adaptación. Un paciente no va a poder coger un bastón y andar kilómetros nada más adquirirlo. Debe hacerse secuencialmente, es decir ir aumentando el tiempo de utilización y las zonas por las que lo emplea progresivamente. Lo primero que deberá conseguir el paciente es poder desplazarse por su casa con ayuda del bastón. Poco a poco, a medida que vaya adquiriendo más destreza con el bastón, la marcha irá siendo más segura. Entonces, será un buen momento para empezar a usar el bastón por los alrededores de casa. Al principio solamente deambulará por terrenos llanos y que le resulten familiar al paciente, por ejemplo el patio de su casa, el ascensor… Más adelante ya ampliará a terrenos más inestables como pueda ser las aceras o casa de amigos, allegados… Los progresos como cabe esperar son distintos en cada paciente por todos los factores que intervienen, pero generalmente vienen marcados por la evolución de la rehabilitación del paciente. Durante ésta, el fisioterapeuta en centros como el IVANN Instituto Valenciano Neurociencias, se encarga de enseñar al paciente a usarlo, y a saber desplazarse con el bastón poco a poco en todo su entorno.

María Gómez Orts, Fisioterapeuta de IVANN

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