La logopedia es la disciplina encargada de la prevención, evaluación, diagnóstico, tratamiento e investigación de los trastornos de la comunicación, voz, habla y lenguaje oral y escrito.

El logopeda es el especialista que trata todos aquellos problemas, disfunciones o retrasos que se presentan en los campos del habla, del lenguaje, de la voz y de la comunicación. Para ello trabaja desde el campo cognitivo, físico y fisiológico con personas de cualquier edad, sea cual sea la causa (funcional, orgánica o adaptativa) que origina tales trastornos. De modo que el área de actuación del logopeda se desarrolla desde la población infantil hasta la tercera edad pasando por adolescentes y personas adultas. El ejercicio profesional puede desarrollarse en diversos ámbitos de actuación: sanitario: hospitales, escolar, asistencial, e incluso en radio, televisión, etc.

En IVANN (Instituto Valenciano de Neurociencias), las patologías que son tratadas por el logopeda podemos clasificarlas según sean trastornos de la voz, del lenguaje, del habla, del ritmo, de la audición y miofuncionales.

Las patologías relacionadas con la voz (disfonías), pueden ser disfuncionales, por lesiones adquiridas, congénitas, relacionadas con la edad (presbifonías), etc…

Dentro de los trastornos del lenguaje, tiene su importancia destacar las afasias, pérdida adquirida del lenguaje expresivo y/o receptivo consecuencia de una lesión cerebral. Esta pérdida se caracteriza por la presencia de problemas en el habla, la compresión y la denominación, etc. Las afasias pueden conllevar  alteraciones en la expresión o en la comprensión. El origen de las lesiones cerebrales suele estar en trombosis, embolias, traumatismos craneales y cerebrales con necrosis del tejido nervioso.

Cuando nos referimos a trastornos del habla, podemos decir que los trastornos de articulación pueden ser dislalias. Estas consisten en una dificultad en la correcta articulación de los fonemas o grupos de fonemas y es uno de los trastornos más frecuentes de las patologías infantiles del lenguaje.

La dislalia suele diagnosticarse en edad escolar y su reeducación es muy positiva. No es un trastorno grave, pero requiere tratamiento precoz.

Hasta los cuatro años, las dislalias son evolutivas por la inmadurez del sistema nervioso. Suelen desaparecer espontáneamente con el tiempo.

Si los errores de articulación persisten después de los cuatro años, es necesaria la intervención logopédica.

Algunas dislalias son causadas por una deficiencia auditiva, conocidas como dislalias audiógenas.

En estos casos, la dificultad de discriminación fonética provoca confusión entre fonemas.

Las disglosias son trastornos de articulación causados por malformaciones orofaciales. Afectan dientes, labios, nariz, mandíbula, lengua y paladar.

Pueden deberse a lesiones en uno o varios órganos del habla. La logopedia trata estos trastornos.

Algunas causas son malformaciones craneoencefálicas, trastornos del crecimiento y traumatismos.

También pueden originarse por parálisis periféricas, anomalías estructurales o extirpaciones quirúrgicas.

La disartria es un trastorno de articulación de origen neurológico. Afecta los músculos de los órganos fonatorios.

Sus características incluyen hipertonía o hipotonía muscular y alteraciones en respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia.

Provoca omisiones, sustituciones, adiciones o distorsiones de fonemas, haciendo el discurso ininteligible.

Existe insuficiente inervación de los órganos del habla, causando problemas en pronunciación, ritmo, velocidad y entonación.

Las disartrias pueden deberse a parálisis cerebral infantil, traumatismos, ACV, enfermedades metabólicas, tumores o patologías neurodegenerativas.

En casos graves, la articulación es imposible, lo que se conoce como anartria.

En los trastornos del ritmo, destacamos la disfemia o tartamudez, problema del habla, que se caracteriza por una perturbación del ritmo de la palabra, repeticiones o prolongaciones involuntarias de sonidos, silabas o palabras monosílabas.

A los tres años puede aparecer la disfemia evolutiva, ligada al desarrollo sintáctico del lenguaje. Suele desaparecer espontáneamente.

Situaciones nuevas, como el nacimiento de un hermano o empezar el colegio, pueden provocar un tartamudeo temporal.

Este tartamudeo episódico ocurre entre los tres y seis años y suele resolverse solo.

Si el tartamudeo persiste, el niño entre ocho y doce años se vuelve consciente y desarrolla estrategias inadecuadas.

Estas estrategias empeoran el problema y le llevan a evitar situaciones de habla.

A partir de los ocho años, es recomendable valorar intervención logopédica.

En los trastornos de la audición, la logopedia trabaja la rehabilitación de los implantes cocleares. La diferencia del implante coclear frente a otras ayudas técnicas como los audífonos, es que no es un amplificador, si no que crea señales auditivas. Sin embargo, la audición que se consigue con el implante coclear no es como la audición natural, por lo que es muy importante la reeducación logopédica para aprovechar la señal acústica que recibe el paciente implantado.

En el caso de los trastornos miofuncionales, la terapia miofuncional se define como una terapia orientada a la curación o rehabilitación de la funcionalidad de los músculos orofaciales. En la mayoría de las ocasiones se asocia la terapia miofuncional orofacial al tratamiento de la deglución (paso del alimento desde la boca al estómago), si bien la terapia miofuncional también se aplica en alteraciones relacionadas con la respiración y la masticación (además de la deglución) que pueden tener consecuencias sobre las estructuras dentarias. Además de estos campos de intervención (respiración, masticación y deglución) y de los trastornos a ellos asociados: alteraciones relacionadas con la ortodoncia. La logopedia en estos casos es fundamental.

La logopedia en IVANN, es tratada de forma individualizada, existiendo la posibilidad de terapia domiciliaria.

Dra. Mª Teresa Martínez Utrillas, Logopeda en IVANN.

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